lunes, 30 de junio de 2008

Pintora de brocha gorda

Todo el país ha celebrado la victoria de España, cómo no. Incluso los que para nada somos aficionados al fútbol salimos a la calle para ver el espectáculo y cómo el árbitro, tras tres minutos interminables, pitaba el final del partido. Pocas veces he hablado yo de este deporte, pero menos veces aún he estado pendiente de que llegue la hora de un partido para irme al bar y no quitar ojo de la pantalla. Anoche, además, estaba cansada porque ahora me he vuelto pintora (de brocha gorda ¿eh?). Pinté el patio y también me pinté las manos y los brazos. Por cierto, ¿saben que se le coge el gustillo a eso de pintar? Esta tarde pintaré una mesa y las sillas, que ya están un poco estropeadas por el sol. Y quién sabe, a lo mejor me hago experta...

4 comentarios:

José Manuel Ubé González dijo...

Acuérdate de pintar un angelito negro, como cantaba Machín.

Gracias por tu comentario sobre el cartel. La verdad es que lo hice un poco deprisa y corriendo (y eso, con ordenador, es difícil). Ganar un concurso es un poco una lotería, pero... ¡hay que intentarlo!

Beloca dijo...

Hola Conchi, ayer como todo el mundo estuvo alredor de una tele, bien en el bar, en casa o en alguna pantalla gigante que pusieran en algún sitio.
Me pereció increible la gente chillando y saliendo a los balcones gritando como posesos.
Me divirtió bastante chillarle al vecino pero luego pensé si fuesemos así de animados para otro tipo de cosas más importantes otro gallo nos cantaría. Pero bien está que la peña se una por una causa común, aunque en realidad no saquemos nada acambio los ciudadanos de a pié.
Te comento, tengo que pintar el pasillo y el salón de mi casa, ya tengo la pintura y los rulos comprados ¿Cuando te pasas para pintar? Ya que estás tan animada, aprovecho, además si quieres tengo una botellita de licor.... no, de zarzamora no, de lo que quieras con tal de que pintes.
Que lo pintes bien, y lo mismo te animas más y te haces pintora de pincel y todo.

Anónimo dijo...

Llega el verano y también la brocha gorda.
Tu comentario me ha recordado los finales de curso cuando aún vivía mi madre. Siempre me tenía preparado la brocha, la colamina y no me daba tregua -para que no me enfriara, decía. Antes de animarme a coger las vacaciones me "invitaba" a pintarle, bueno blanquearle la cocina y algunos dormitorios. Ella dejaba todo preparado y, tras el último día de Junio - el 1 oficialmente comenzaba las vacaciones- empezaba la jornada de pintura muy tempranito -con la fresquita. Y a las 12.00 o 13.00 ya estaba la cocina limpia, pintadita y totalmente "escamondá". Y es que me pegaba el madrugón: a las 6.30 o 7.00 ya estaba en lo alto de la escalera pintando.
Hoy han comenzado oficialmente mis vacaciones; aunque aún me queda algún que otro documento por rellenar. Así que el miércoles iré por el colegio con todo cumplimentado, pero afortunadamente no tengo que pintar la casa; aunque ojalá estuviese mi madre mandándome la ardua tarea de la limpieza a fondo de la cocina, con pintura incluida y todo. Pero así es la vida.
Aunque la verdad, lo de la brocha gorda relaja un montón; yo lo que peor llevaba era la limpieza de todos los armarios de la cocina y el tener que ordenar toda la vajilla,los vasos... Pero lo de la pintura era hasta relajante. Así que no me extraña que le hayas cogido el gustillo a lo de pintar.

Anónimo dijo...

El angelito negro no creo que llegue a pintarlo, hombre invisible. Mi habilidad no llega a esos límites.

En cuanto a tu casa, Belén, podríamos ir Amaya y yo. Ya que ella está de vacaciones (por fin esas merecidas vacaciones) y se ve que tiene experiencia, te dejaríamos el piso como los chorros del oro. Eso sí, yo en este caso ayudaría a Amaya a quitar gotas, llevarle un vaso de agua, cambiarle la escalera... Y el licor lo cambiaríamos por otra cosa, ¿te parece?