Hace varios días comencé a leer un libro que compré porque me gustó la reseña que se hacía de él. Este libro no está mal pero es difícil de entender, es muy disperso. Me gustaba la trama pero como yo suelo leer por la noche antes de dormir, me costaba concentrarme en esa lectura tan profunda. Así que sin pena ninguna lo he abandanodo y he comenzado a leer otro que se titula Kafka en la orilla. Sólo llevo unas pocas páginas leídas pero ya me está resultando interesantísimo, y encima la biblioteca está presente en su argumento. Qué alivio entra cuando dejas de leer algo que no te gusta y pasas al extremo contrario, a leer algo que te engancha desde el principio.
2 comentarios:
La verdad que debe ser un alivio. Pero creo que siempre que he empezado un libro, lo he terminado aunque no me gustara.
No sé si esto es una pérdida de tiempo, que seguro que lo es, pero siempre me he dicho: " yo este bodrio me lo termino como sea ". Y así ha sido.
Quizás debiera eliminar de mis lecturas aquellos libros que se nos enconan o nos parecen infumables, pero hasta ahora creo que me los he bebido todos -aún habiéndome atragantado en muchos casos.
Creo que es una suerte poder decir: fuera este rollo y a disfrutar del siguiente; pero aún no lo he conseguido.
La verdad que hay mucha diferencia entre leer algo que te engancha desde el principio a leer algo que estás deseando soltar porque es un tostón.
Te va a encantar. Seguro.
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