Cada mañana me encuentro con varios estudiantes que se dirigen al instituto. A algunos de ellos los conozco de vista o porque vienen a la biblioteca. Muchos de estos últimos, sobre todo chicos, cuando cumplen 15 ó 16 años más o menos, dejan de venir y es cuando pegan tal cambiazo que no hay quien los reconozca. A veces me ha pasado que estos jóvenes me paran por la calle para saludarme y yo no sé quiénes son. Así que he determinado decir adiós o buenos días a todos los estudiantes que me encuentro por las mañanas y que se quedan mirándome esperando que les salude. De esta forma no quedaré mal si es que los conozco y no caigo...
1 comentario:
Buen método ese de decir adiós o buenos días a todos los chavales que te encuentres para no quedar mal con ellos. Pero también con eso hay que tener cuidadito porque como te den conversación y no sepas ni de qué te hablan, verás el apurito que se pasa.
Yo, que cada año cambio de alumnos, y sumándole lo despistada que soy y el cambio que algunos dan en nada de tiempo, me he visto en más de una ocasión metida en un apuro; así que determiné saludar a todos (como tú) y en caso de que me dieran conversación pues reconocer, en el caso que se dé, que no sé de qué me hablan, o que no me acuerdo de su nombre (que es de lo más normal en mi), o que no recuerdo quién es en ese momento.
De todas formas, cuando alguno de los que te conocen te saludan, aunque haya pasado mucho tiempo sin verle, da alegría que te hayan reconocido y seguro que para la otra persona también es gratificante recibir el saludo correspondiente, señal de que también "ha sido reconocido" ¿verdad?
Besitos.
Publicar un comentario