Ya hace mucho tiempo que no voy al campo en busca de espárragos. Cuando era pequeña solía ir con mis padres y recuerdo que me encantaba cogerlos, pero luego no los probaba. Ayer, después de comer y antes de que los efectos de la alergia comiencen a hacer estragos, me llevé a mis padres a dar una vuelta, a ver si veíamos espárragos. No cogí muchos, la verdad sea dicha, pero me encantó ese olor a hierba, a flores, a campo... Creo que repetiré otro día, aunque haya terminado con las manos arañadas.
4 comentarios:
¡Espárragos salvajes! Un tema genial para un reportaje de National Geographic. No les des ideas...
¡Mmm...mmm , espárragos trigueros, a la plancha! ¡Deliciosos !
Aunque yo por aquí estoy disfrutando màs que del olor a campo, del olor a salitre; del intenso olor a mar.
Y es que llevamos un par de días con la mar revuelta y eso se nota tanto visual como olfativamente. El mar huele más que nunca.
Y estos días de mayor luminosidad, un paseo junto al mar se agradece enormemente.
Ahora estoy deseando que llegue el día en que se cambie la hora para tener el día un poquito más largo.
Psicológicamente parecerá que el día tenga más de 24 horas.
¡Una gozada, salir de casa de día y llegar a casa también de día !
Conchi, soy yo Amaya, pero no sé cómo he pulsado la tecla que he salido como anónima.
Que recojas muchos espárragos.
Yo seguiré disfrutando de los paseos junto a la orilla del mar -que me pilla más cerca que el campo.
¡Que bueno el olor a campo, el olor a Azuaga! Y que bueno el olor de La chispa...
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