Ya dije hace unos días que mi sobrino tomaba la Primera Comunión en Cáceres. Allí estuvimos los más íntimos. Ahora lo celebra aquí, en un espacio que tienen mis padres en casa, con el resto de la familia y amigos. En total serán alrededor de 80 personas. Todos, familia y amigos, están ayudando a preparar la celebración: unos colocando adornos, otros cocinando... Como yo no sé cocinar mi trabajo es buscar fotografías de mi sobrino y revelarlas para que otras dos cómplices (Emilita y Deli) confeccionen un álbum solo del protagonista. Mañana también me convertiré en camarera, como el resto de los amigos de la pandilla, y ya veremos si los platos llegan sanos y salvos a su destino...
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