jueves, 16 de junio de 2011

Mis niños


Ya se han terminado las clases en la uni. Qué pronto se ha pasado el cuatrimestre... He disfrutado muchísimo dando clases, pero todo ha sido gracias a mis alumnos, con los que me he sentido como en familia. Ya me ha dicho alguien que los primeros alumnos siempre se recuerdan, y estoy segura de que eso es así, que me acordaré de cada una de las caras de los que yo llamo "mis niños". Ayer, algunos me invitaron a tomar una copa y me echaron el mejor piropo que he podido escuchar en toda mi vida: que no me habían visto en clase como una profesora sino como una amiga. Con esto, y con uno de los aplausos más carioñosos que se pueden recibir me han hecho feliz para mucho tiempo. Espero, como hablamos, que no perdamos el contacto, que me cuenten cómo les va el año que viene en Erasmus y que cuando acaben la carrera me digan dónde están trabajando estos pedazos de profesionales de la Traducción y la Intrepretación. Un beso para todos y ¡GRACIAS!

1 comentario:

Amaya dijo...

Me alegro de que hayas disfrutado ejerciendo como profesora.
La verdad que es un trabajo precioso y del que se enamora uno, sobre todo, cuando recibe el cariño de los alumnos.
Cuando ves que te aprecian y que después de muchos años tú los recuerdas con cariño y ellos a ti también... eso no tiene precio.
Acabo de contactar con uno de mis antiguos tutorandos, y de casualidad, por facebook; hace años que no sabía nada de él. Estudió enfermería; terminó hace tres años y yo le di clase cuando tenía 10 años ( en 5º y 6º); era pésimo en inglés. Y ahora está en Eslovaquia haciendo medicina en inglés.Creo que está en 2º de medicina.
Este verano cuando venga a trabajar como enfermero al Carlos de Haya o al Clínico ( que suele hacerlo en navidades y en verano) quedaremos para vernos y ponernos al día.
Es una gran satisfacción haber dejado alguna huella en tus alumnos y que te sigan recordando con cariño. Y ese afecto es recíproco. Incluso a los más trastos se les recuerda con cariño. Parece que el tiempo te hace acordarte de los buenos momentos y olvidarte de los malos.
Lo dicho, disfruta de tus alumnos, no pierdas el contacto con ellos y que os sigáis admirando y queriendo mucho.