martes, 29 de enero de 2008

Afán de perfección

Como ya habré comentado en otra entrada de este mi blog, desde la Fundación Alonso Quijano estamos confeccionando un anuario de bibliotecas españolas que pronto verá la luz. Se trata de un trabajo amplísimo que lleva detrás muchas horas de dedicación, y de desesperación. En mi caso, y sobre todo en estas últimas semanas, por mi afán de perfección he llegado a ver todo negro, no veía el final del túnel como se suele decir. Estaba bloqueada e incluso pasaba por alto los ánimos de mis compañeros Raúl, Salva y Belén (que para eso somos un equipo). Pero anoche, echando un vistazo a todo el material que se publicará, se iluminó la chispa en mi cerebro, y todo lo que antes veía como un problema pasó a ser una gran satisfacción. Ni que decir tiene que esta mañana me he levantado con otro ánimo, claro...

4 comentarios:

José Manuel Ubé González dijo...

¡¡Ánimo!! Que el Anuario de Bibliotecas Españolas no se convierta en el Sudario de Bibliotecas Españolas (aunque también se suda en ella, eso sí).

Espero que el A.B.E. no tenga tantos problemas como el AVE ferroviario.

Un abrazo,

Anónimo dijo...

Te comprendo, Conchi, a veces tengo esa sensación agobiante. A menudo pasa "consultando la almohada" y todo lo que se veía negro se ve después mucho más claro. Espero ver pronto ese anuario.
Un beso.

Anónimo dijo...

¡Ánimo a todos ! ¡Sois un excelente equipo! Estoy segura de que todo os saldrá perfectamente y habrá valido la pena tanto esfuerzo y dedicación.
Estaréis orgullosos del trabajo realizado.
Es verdad que cuando se lucha por algo, uno, a veces , se desespera;
pero para eso está el equipo: para apoyaros mutuamente y aunar esfuerzos.
Lo dicho: ¡ánimo que ya os queda poco! Aunque conociendoos, seguro que pronto os embarcáis en una nueva aventura.

Beloca dijo...

Todo llega Conchi y llegará el día que cierres las carpetas (por lo menos durante un tiempo) y abras el anuario fisicamente y cuando lo tengase en tus manos todos los problemas, los comederos de cabeza y los días de desesperación no parecerán que han pasado.
Ánimo que ha queda poco, aunque todo el trabajo que llevas detrás no te lo quita nadie, cuando seas viejecita y tus nietos vean las carpetas y tus libretas dirán para qué querrá guardar mi abuela todo esto, pero nosotros sabemos lo que significan esas carpetas y tendrás el anuario para enseñarselo.
Un besazo.