miércoles, 6 de febrero de 2008
Las preguntas del examen
Esta mañana, bien temprano, me ha llamado una amiga para decirme que ayer por la tarde estuvo acordándose de mí. Les cuento el motivo: su hija, que tiene 16 años, se presentó en casa con las preguntas de un examen que hará próximamente y que toda la clase ya tenía en su poder por un despiste del profesor, que las dejó en su mesa mientras se ausentó unos minutos del aula. Esta amiga me recordaba que hace ya muchos años nosotros hicimos lo mismo sólo que en nuestro caso fui yo la que "distribuyó" las preguntas entre todos mis compañeros (no piensen mal, es que era yo la que estaba en primera fila, junto a la mesa del profe). Nos hemos reído con aquella anécdota que ahora se ha repetido en su propia hija y me ha gustado mucho recordarla. ¡Ah!, se me olvidaba decir que los tiempos han cambiado y su hija ya no ha tenido que copiar las preguntas a mano porque hicieron fotos al examen con los teléfonos móviles. Qué maravilla la tecnología...
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4 comentarios:
Me has hecho recordar mis tiempos de estudiante en Sevilla (hace ya unos 23 años). Vivía con dos hermanas de mi madre. Una de ellas nos daba clases de latín en el instituto a una prima mía y a mi(imagina, la profe en casa). Siempre que mis tías salían y nos quedábamos solas, todo se volvía registrar por todas partes intentando localizar el examen que nos pondría (entonces se hacían a máquina de escribir en clichés - no sé si se pone así- y quedaba el calco ¿recuerdas?). Jamás encontramos nada. No sé dónde los guardaría, pero nunca encontramos ningún examen.
¡Qué maravilla de tecnología! pero a nosotras ni siquiera esa tecnología (aunque la hubiéramos tenido en aquellos tiempos) nos hubiera servido de nada. JAJA. Pero era hasta divertido rebuscar por todas partes mientras una de las dos vigilaba por si mis tías aparecían de repente.
Ahora, yo soy profesora, y con mis alumnos casi no tengo que tomar precauciones por si intentan rebuscar entre mis cosas el examen que les voy a poner; tienen casi más suerte, porque conforme vamos dando el tema, les dejo caer las preguntas que caerán (casi nunca se percatan de cuáles son, salvo los que están atentísimos cuando le explico, claro).
Me ha gustado recordar con esto mis tiempos de estudiante.
¡ Vaya, vaya, de lo que me entero en tu blog! Cleptómana, ladrona de exámenes... Es broma.
Yo tengo muchas anécdotas parecidas.
Cuando cursaba 7º de EGB (ahora 2º de ESO), alguien de la clase se encontró en un contenedor de basura, a la salida del colegio, con uno de esos "clichés" de la multicopista del colegio. Allí estaba impreso el examen de Historia de D. José.
Todos al día siguiente sabíamos las preguntas. Pero no supimos cómo , el profe se enteró y nos avisó : "Agarraos, que vienen curvas ". Repartió el examen y era uno totalmente modificado. Así que nuestro gozo en un pozo.
Ya como profesora, no me han "birlado" nunca -que yo sepa- un examen. Pero sí sé que les ha ocurrido a compañeros. Y efectivamente, aprovechan la salida ,unos instantes de clase, del profesor, y con las cámaras digitales o los móviles hacen copia del examen (que casi siempre lleva el profe en su cuaderno - y eso es fallo nuestro).
En resumen, aunque los tiempos han cambiado, solo ha cambiado el "modus operandi" porque el fin sigue siendo el mismo: los alumnos tratan de sonsacar al profe las preguntas, hacer el menor esfuerzo posible para conseguir el mejor resultado.Eso sí, ahora lo tienen más fácil: la tecnología ayuda mucho. Antes ayudaba más la imaginación. Había que entretener al profesor, entre varios, mientras los más osados rebuscaban en el despacho, carpeta, bolso, etc.
La imaginación ha cedido paso a las "estrategias" tecnológicas.
YO IBA EN COCHE, DE COPILOTO, CON LA PRFESORA Y LLEVABA EN MIS RODILLAS MIS LIBROS, LOS SUYOS Y SU BOLSO. SE ME OCURRIÓ DECIRLE DE BROMA QUE LE ABRÍA EL BOLSO PARA BUSCAR EL EXAMEN DEL DÍA SIGUIENTE Y ¿SABEIS LO QUE PASÓ?, PUES QUE DEBERÍA DE ESTAR EL EXAMEN ALLÍ PORQUE INMEDIATAMENTE SOLTÓ EL VOLANTE, ME QUITÓ EL BOLSO (QUE NUNCA ABRÍ) DE LAS MANOS Y NO NOS CHOCAMOS CONTRA UN EDIFICIO POR DÉCIMAS DE SEGUNDOS. ME QUEDÉ TAN HELADO DEL SUSTO QUE TUVIERON QUE SACARME DEL COCHE PORQUE YO ERA INCAPAZ DE MOVERME ¡¡QUE MIEDO PASÉ!!.
Qué maravilla cuando algún compañero de clase decía: !TENGO LAS PREGUNTAS DEL EXÁMEN! Todos saliamos corriendo detrás del valiente que lo soltó a voz en grito y le pedíamos por favor que nos dejase copiarlas.
Lo normal es que fuese el típico enteradillo que quería sacar algo a cambio de su botín y la verdad era que se lo dábamos, si quería tu bocadillo, chucherias, o que mediases con tu compañera porque le gustaba (cosa que a ti te indignaba porque como no a ti te gustaba el macarrilla de clase, pero lo hacias con tal de conseguir las preguntas de exámen)
Qué pasaba al final que con tanto revuelo la profesora se enteraba ( o también porque estaba el típico Empollón de clase que se chivaba porque no veía justo que sacásemos buenas notas, en fin que cambiaban las preguntas. Tenía otra profesora que decía las preguntas como Valle pero al final nunca ponía esas preguntas.
Lo bueno de todo que al estudiarte las preguntasque pensabas te iban a caer en el exámen estudiabas más que si no te hubiesen dicho nada, por lo menos servía para eso y el disfrute de el personal pensando que se la habíamos jugado al profesorado. !Qué recuerdos¡
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