domingo, 3 de febrero de 2008

Mi cuchara de 75 pesetas

Hoy, aunque es domingo, me he levantado más temprano de lo normal. Lo primero que he hecho, como siempre, es poner la radio para escuchar el programa de Pepa Fernández, que estaba haciendo una entrevista sobre los robos en los centros comerciales. Me ha venido a la cabeza la historia de uno de esos robos que hice hace años. Les cuento: yo vivía en Madrid cuando salió la plaza de bibliotecario en Azuaga, que quería conseguir. Un compañero brasileño me dijo que robando un cucharilla de café de un centro comercial me daría suerte en el examen. No soy supersticiosa pero le hice caso (por si acaso) y me fui a El Corte Inglés, a la sección de menaje del hogar. Me acerqué a las cucharillas, y las miraba, y las tocaba, mientras me entraba un sudor frío por todo el cuerpo. Por fin, después de no sé cuanto tiempo, cogí una de ellas (valía 75 pesetas) y la metí en el bolsillo de la chaqueta. Salir de ese Corte Inglés con el corazón latiéndome a toda velocidad fue una de las cosas más díficiles que he hecho nunca. Ahora, esa cuchara la tengo como oro en paño y es la que utilizo para tomar mi café o desayunar, también hoy, recordando siempre cómo lo pasé aquel día en Madrid.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Te sigue felicitando la Navidad Isidoro Alvarez?

Anónimo dijo...

Casi todo el mundo hemos debido de tener un momento de "cleptomanía".
Yo, desde luego, empecé muy jovencita.Recuerdo con mi primo, cuando teníamos unos 9 ó 10 años, ir al entonces PRYCA "Los Patios" con nuestras respectivas madres, en el Simca 1.200 de mi tía y madrina Antonia. Mientras ellas realizaban la compra de suministros para el restaurante, nosotros veíamos juguetes, libros... Y, uno vigilando el pasillo, y otro hurgando en el tambor de Colón, sacábamos los muñequitos articulados de Disney: uno para cada uno y si venía el pequeño, tenían que ser 3.
Era emocionante. Entonces no había cámaras de seguridad, como ahora. O al menos eso creíamos.
Nos latía el corazón a 100 por hora. Sabíamos que no era correcto, pero no sé por qué ni a quién de nosotros se nos ocurría pero lo hicimos -al menos una vez-
También recuerdo 10 años más tarde ( yo estaba en la facultad, tenía 18 años, estaba en 1º de Filología) el primer apagón en El Corte Inglés de Málaga. Yo estaba en la sección de Música; junto a los cassettes. Estuve tentada de
llevarme una cinta. Había mucho revuelo; no había luces de emergencia, todo era un caos. Los jefes de departamento y depentdientes rodearon las cajas registradoras. Yo me veía traspasando la puerta al exterior y siendo detenida por algún segurata; así que no me atreví, pero estuve a punto.
Sin embargo, en Inglaterra,con 22 años recuerdo "mangarme" una casita pequeñita donde se metía el té a granel y luego esta "casita" de metal en la tetera. Valdría unas 2 libras o algo así, pero para un estudiante era mucho. Y animada por un grupo de compañeras cogí uno para mí y otro para una del grupo. Ahora tengo cargo de conciencia, pero creo que fue una chiquillada, ganas de saltarme alguna norma- yo que nunca me había saltado ninguna,un subidón de adrenalina .
Ahora cuando viajo con mis alumnos, les hago hincapié en que no se les ocurra hacer ninguna tontería. Pero estoy segura de que más de alguno en el viaje a Inglaterra, se lleva algún souvenir sin pagar.

Beloca dijo...

Bueno, si ha sido para que conseguir la plaza y solo por esa vez lo voy a dejar pasar pero que no me entere yo que pasa de nuevo �eh?

Yo no he sido capaz de robar nunca, ni de ni�a, se me pone la cara colorada y siento como si una sirena encima de cabeza empezase a funciona y se fuese a fija todo el mundo en mi y eso que ha sido acompa�ando a gente que si lo ha hecho delante m�a, no quiero ni imaginar si lo hiciese de yo.
No iba para ladrona desde luego

Anónimo dijo...

Vaya, vaya, cómo van saliendo los trapos sucios por aquí...!!
Yo, quitando algún furgón blindado que otro, no tengo demasiados choriceos que señalar.