miércoles, 22 de septiembre de 2010

La suerte de estar trabajando

Esta mañana me he topado con un montón de gente en la casa de la cultura. Eran jóvenes que se presentaban a unas pruebas para conseguir un puesto de trabajo. Más tarde han venido a la biblio dos personas en paro, a enviar currículums y consultar en internet si había alguna plaza vacante que se ajustase a su perfil. Cuando se han ido he visto sus caras de frustración y desesperación. Casi no he sabido qué decirles. Para que luego nos quejemos los que estamos trabajando y los que todas las mañanas tenemos una excusa para ponerlos los vaqueros y la camiseta...

1 comentario:

Amaya dijo...

La verdad que no tenemos excusas los que estamos trabajando.Todo en este mundo es relativo: nos va bien o nos va mal, según con quién nos comparemos. Y esta reflexión me recuerda al poema de Calderón:
" Cuentan de un sabio que un día,
tan pobre y mísero estaba,
que solo se sustentaba,
de unas hierbas que cogía.
¿Habrá otro - entre sí decía-
más pobre y triste que yo?
Y cuando el rostro volvió,
halló la respuesta viendo,
que otro sabio iba cogiendo,
las hierbas que él arrojó ..."